Dios no necesita dormir. Un Policía noctívago puede tomar una corta siesta de tiempo en cuando mientras hace su trabajo. Pero nuestro Altísimo no duerme ni toma siestas. Él está siempre alerta y puedes echarse en brazos en su cuidado constante.La primera mención a la monasterio que de alguna manera permite datarla se encuentra en el prólogo